Poder y estilo en un mismo vehículo. Lo primero que resalta al mirar un Equinox es su imponente presencia, que sugiere un vehículo poderoso y altamente estético por igual, gracias a la armonía de sus formas. Este todoterreno de General Motors, comercializado bajo la marca Chevrolet, es un potente crossover deportivo de cinco plazas, con motor delantero y tracción en dos o cuatro ruedas. Éstas están disponibles en 17, 18 y 19 pulgadas, para absorber fácilmente los desniveles del piso provocados por surcos y baches.
La escultura de su carrocería ha mantenido un frente corto y ancho en sus dos generaciones, con ruedas grandes y formas curvas que se adaptan orgánicamente al auto, dando la sensación de que la carrocería ha sido fundida en una sola pieza. Las grandes lentes en sus faros, sumados a unos amplios y estilizados parachoques tanto delantero como trasero, le brindan un aspecto atlético y poderoso. Ese poder se ve potenciado por un motor que en la versión de seis cilindros —hay también de cuatro, para quienes gustan de economizar gasolina— brinda hasta 300 caballos de fuerza y remolca más de 570 kilos en su segunda generación. Sus interiores presentan una gran tecnología y está equipada para tener compatibilidad con dispositivos móviles. Presenta además importantes aditamentos de seguridad, como bolsas de aire frontales y laterales, frenos antibloqueo y control de tracción.
Desde su primera generación, el Chevrolet Equinox se destacó por su gran tamaño y espacio, lo que sumado a su rendimiento por litro (es presentado como ecológico por GM) y a que proporciona un gran control de manejo, lo convierten en un excelente vehículo deportivo utilitario.